La Genética puede determinar tu físico pero es tu actitud la que determinará tu Salud.
Está comprobado que tanto el entorno como las emociones pueden alterar la expresión genética. Todo ello está relacionado con la actitud y la forma de enfrentarnos o afrontar nuestra vida.
Las mujeres por lo general tenemos un mundo emocional mucho más rico. Nuestro mundo hormonal es más cambiante, ciclos, maternidad, menopausia estos nos adentran en estados para los que los hombres no están ni siquiera preparados físicamente para poder afrontar.
La práctica en buena parte hace al maestro y todo este mundo cambiante puede ser una gran aula de aprendizaje.
Esto, lejos de hacernos estar más desubicadas nos debería dar siempre más herramientas sobre nosotras mismas, más oportunidades para practicar y aprender.
La vida al final es como estar en el mar. Podemos ser una barca sin timón y dejarnos arrastrar por todas las olas y tempestades o podemos ser las dueñas y capitanas del barco y coger el timón.
La actitud tiene que ver con lo que hemos aprendido, con la gente que nos rodea, con cómo nos relacionamos y aquello de lo que nos hemos ido impregnando en nuestra infancia ya sean personas o circunstancias.
Todo ello hace que tengamos unos comportamientos, que a veces, como las enseñanzas, pueden ser más o menos tóxicos o más o menos erróneos. Como ya he dicho en otros post: también podemos desaprender y esto infiere siempre cambios.
La palabra genética, se puede utilizar de muchas maneras. Hay una que a mí me disgusta especialmente, cuando es determinista.
Cuando realizo la historia clínica en la primera consulta de mis pacientes hablamos de muchas cosas. A veces se refieren a alguna enfermedad o malestar de hace años diciendo “estos es genético”.
No nos damos cuenta porque ya estamos habituados a esta actitud, una actitud es como una visión, la tierra es plana y ya está, se da por hecho, nadie piensa que esto en realidad puede no ser así.
!Cuán determinantes son unas palabras¡
Mi querida amiga Silvia diría _No decretes. Yo añado: no te aferres a algo que realmente no sabes si se puede cambiar. La realidad es siempre mucho más poderosa que la ficción.
El lenguaje es muy potente y deberíamos aprender a utilizarlo sabiamente y siempre a nuestro favor.
Pasa con muchas enfermedades, parece que hemos mamado esa enfermedad igual que lo hacemos con ciertas frases. “No cambiarás en la vida” o “¡Vaya, tenías que ser de nuevo tú!” o “es que tu no lo haces igual de bien que tu hermano”. Podría seguir y seguir con infinidad de ejemplos.
Obesidad, diabetes, hipertensión, al final todo es lo mismo “es que mi padre también lo tiene”, “es que es genético”.
Lo que nos decimos en silencio es muchas veces más poderoso y ejecutor que el propio lenguaje que expresamos.
Mi hija tiene dos hoyuelos, dicen que son genéticos aunque aún no sé de dónde la vienen. Es algo bonito y no me importa aferrarme a ellos pero me niego a aferrarme a lo negativo. De bebé padecía atopía severa, me dijeron que siempre la tendría, que estaba también en su historia familiar etcétera. Me dijeron que tendría que dormir con guantes y tomar cortisona toda su vida, que esta alteraría su crecimiento, que su carácter sería difícil.
Moraleja de mi experiencia: No me lo creí y luché y aparte de crecer como una niña sana mi hija hace años que está completamente asintomática.
Hace poco una amiga estaba pasando por un bajón anímico, baches de esos que pasamos todas. Fue a su médico de cabecera y esta persona en la segunda visita le soltó la palabra bomba “depresión”.
Mi amiga era la misma antes de entrar en aquella consulta que al salir, pero os aseguró que cambió. Fue como un golpe, escuchar esa palabra la dejó con los ánimos por los suelos.
Un diagnóstico nunca debe hundirte, tampoco la palabra genética, al fin y al cabo esto no es más que un diagnóstico crónico con la fuerza y el poder que le damos a las palabras o a lo que a otros les ha sucedido.
Crónico viene de “cronicidad”. El tiempo, puede cambiar muchas cosas.
Si algo no te sirve o te hace daño no lo aferres a tu persona y lucha por desprenderte de ello.
La enfermedad está hecha de miedo, se nutre de miedo y no nos gusta hacer frente a nuestros miedos. Es más fácil quedarse anclados con el barco que remar contra corriente.
¿Qué me decís del terrible miedo que se tiene al cáncer y cómo afecta de manera tan diferente a cada paciente?
Cada paciente es una persona radicalmente diferente y eso no debemos nunca olvidarlo. No somos cifras. No nos echemos nunca losas encima, somos más dueños de nuestra Salud de lo que creemos.
Nos crían nuestros padres pero no solo nos dan sus genes, también nos confieren sus actitudes y estas vienen muchas veces adheridas a la misma enfermedad.
¿Quizás no podamos cambiar nuestros genes pero que pasa con las actitudes?
Los genes se expresan, tienen un comportamiento, nosotras también nos expresamos y vivimos a través de un comportamiento.
La ley del mínimo esfuerzo impera en nuestra sociedad. La comodidad no es una opción, tirar la toalla tampoco.
No hay nada que determine 100% a una persona, incluso las expresiones genéticas más terribles pueden hacer que dos personas con la misma enfermedad tengan una sintomatología muy diferente sobre todo en lo que a grado se refiere.
Al tirar la toalla muchas veces te puedes victimizar y eso nos denigra y nos mutila como personas. Siempre se puede hacer algo.
Soy consciente de que existen enfermedades terribles y estas personas tienen toda mi empatía y respeto. La vida a veces es dura pero hay que lanzarla el guante de vuelta.
Piensa que cada persona influye, lo repito, no solo en sí misma sino también en los que están a su alrededor.
Hagamos de lo terrible una lucha activa y aprendamos de aquellas heridas que se nos dan. La superación es también maestría.
Puede que si nuestra genética no juega a favor las cosas sean algo más difíciles para nosotros pero dejemos de mirarnos el ombligo y miremos el bienestar social, al fin y al cabo todos somos uno y si puedo influir en los otros también influyo al final en mí mismo.
La vida está llena de retos y quizás ese sea tu reto.
¿Acaso eres sólo lo físico, qué pasa con el resto de ti?
Nos encantan las cifras.
Aquí va una: la genética influye hasta un 60% en nuestra Salud.
Yo no soy muy partidaria de estadísticas, podemos estar dentro de los patrones de ese 60 % o no. Podemos ser la regla o la excepción. Igualmente, ¿qué pasa con el otro 40%?, ¿qué pasa con las excepciones?
Quiero citar un par de frases de personas que saben mucho de todo esto que hablo:
A un hombre le pueden robar todo menos una cosa: la elección de su actitud ante cualquier tipo de circunstancia. Viktor Emil Frankl
Aunque tengas mala suerte con tus genes aún queda la actitud.
El gran descubrimiento de mi generación es que un ser humano puede alterar su vida al alterar sus actitudes. William James
Y yo digo: “Estamos hechos de luces y sombras, cambiar tus actitudes, tus hábitos, tus miedos, tus valores, todo eso al final cambia quién eres”.
Cualquier luz, cualquier acto de conciencia o valor que pongas en tu vida será como una gota de agua en el océano, siempre moverá algo.
El hombre es más libre de lo que parece.
Creo que el auto-determinismo nos juega malas pasadas. La mayoría de las veces nos inoculamos a nosotros mismos estados que de ser algo pasajeros pasan a ser piedras. Puede que no sea fácil pero merece la pena el esfuerzo.
Buscando información que reafirmase lo que en la vida y en la consulta voy viendo he encontrado un artículo en el que se habla de un experimento.
https://la menteesmaravillosa.com/influyen-emociones-expresion-genes/
Este artículo dice que en la UCLA, Carolina del Norte, se ha investigado sobre la felicidad y su influencia en el genoma humano.
Se investigaron dos grupos: el hedonista (basa su felicidad en la autogratificación) y el eudaimónico (personas que basan su felicidad en un propósito de vida con un sentido más transcendente).
Cito textualmente “las personas con una disposición eudaimónico mostraron perfiles de expresión de genes favorables en sus células inmunes, y tenía bajos niveles de expresión de genes inflamatorios”. También había diferencia en el sistema inmune. Esta reacción fue contraria en las personas que basan su bienestar en la autogratificación.
La obesidad por ejemplo es un estado de inflamación.
Nuestro cuerpo es muy sabio y cuando algo no le gusta lo rechaza. La gran mayoría de las enfermedades empiezan provocando estados inflamatorios.
Recordad por favor cuando esto pasa: mirad qué está ocurriendo.
Un antiinflamatorio no cura, solo te acomoda a una enfermedad para que no te moleste, la acalla.
¿Por qué hay enfermedades que a veces ni siquiera se expresan aunque estén en nuestros genes y otras que sí?
¿A qué te crees que es esto debido?
Influir en nosotros, influir en nuestros hijos e influir en la gente de nuestro alrededor todo ello es causa también de una influencia genética.
No nos damos cuenta del poder que se nos ha dado como seres humanos. Formamos parte de una conciencia universal y no lo vemos, seguimos en nuestro mundo y en nuestro ombligo.
Debemos utilizar este maravilloso poder sabiamente y si realmente creemos que lo nuestro ya está determinado al menos cambiemos la actitud por la gente que nos rodea y dejemos esa huella, esa gota de nosotros mismos, de nuestra sangre en el fantástico árbol de la humanidad.
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